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miércoles, 25 de diciembre de 2019

Más toquillas

Hace unos días presentaba las faldas para los trajes de cashera de las hijas de una amiga... Se me ocurrió, que para rematar bien el conjunto, estaría bien hacerles unas toquillas a juego. Y ahí he estado dándole a las agujas hasta conseguir terminar las tres toquillas, bien diferentes en colores y en estilo pero que creo que le van bien a las faldas de cada una.


La primera fue la azul y vi que le iba genial unas madejas que tenía en mi alijo de lanas esperando no se sabe qué. Creo que las compré cuando cerraron una tienda local para hacer un jersey, pero han pasado AÑOS y ahí seguían. El azul era idéntifo (no sé si en las fotos se verá la similitud, porque a veces, con la luz, despista mucho los tonos). 




Es un merino con acrílico de Valeria di Roma y elegí un chal de Drops, el Amethyst Amour, pero la verdad, se me hacía enoooorme, sobretodo los lados crecían muchísimo y como es en punto bobo, al final opté por hacerle solo medio dibujo de la cenefa. Es un calado con un rombo y le hice solo la mitad.






El segundo chal lo hice con una Katia Lider de color verde, que también le iba muy bien a otro de los conjuntos. 





Para este, grosor sport, también del alijo lanero, elegí un chal que le escuché mencionar a Laura Buche en uno de los podcast de Patagonia Teje, el More simple Lines de Maanel. Un modelo gratuito y muy muy resultón y fácil. El único pero es que el borde me queda rizado y no hay forma de aplanarlo. El hilo es 75% acrílico y 25% lana y por eso supongo que será más difícil cambiarle la forma... pero, aún con eso, queda bonito, a mi me gusta.

Para el tercer chal, decidí coger la forma básica del More simple lines y la idea de combinar rayas del chal Josu, de Ardilanak... pero al final me fui por otro lado e hice una mezcla de rayas por un lado y un trozo de punto mosaico.





Es la primera vez que probaba la técnica del mosaico. El dibujo lo busqué en la red y la explicación fue la de Justina de Feliz y Punto (muy buena, lo entendí perfectamente). Me gusta el resultado, pero es laborioso, lleva mucha lana porque casi haces como tres vueltas en una y también tiene otro pero, el tejido, al ser tan tupido, se recoge. Pero gustar, me gusto, con fallos y todo.


El borde de este chal y del verde, los hice con el cierre elástico, el elastic bind off, siguiendo la explicación de Tejer en inglés, que lo explica, como es habitual, muy claramente. El azul lo hice con el cierre habitual, de ir tejiendo dos puntos juntos y cerrando, porque con el punto bobo ya se cedía demasidado el tejido, y así quedaba algo contenido.



Estos han sido los tres chales reconvertidos en toquillas, que he convertido en regalo de Olentzero, porque hay que seguir manteniendo la ilusión.


Mis gatos siempre me boicotean los posados de las prendas y aquí, además, el rubio intenta sabotear la decoración navideña... Si no fueran tan monos y adorables....

sábado, 14 de diciembre de 2019

Mendigozale



Estamos ya en diciembre y seguro que en muchas agujas se están tejiendo mendigozale, una de las prendas que no falta en las casas vascas con niños. 



El Mendigozale (o mendigoizale, que creo que es más correcto, pero yo siempre lo he visto escrito de la otra forma) es la chaqueta hecha generalmente a punto bobo y con lauburus o los escudos de las provincias vascas tejidos en otro color (un colorwork o jacquard básico). 

En este mes de diciembre, con las celebraciones de Olentzero y la feria de Santo Tomás, salen todos a la calle. Además se sacan en los cánticos de Santa Ageda, fiestas locales y todas aquellas celebraciones de saber muy vasco.

Mi hijo y una compañera en Santa Ageda.

Mendigoizale significa "aficionado a subir al monte" y a principios del s.XX se extendió su uso a clubs de montaña (de ahí su nombre) aunque, según explican en Beletxara, una empresa de confección de ropa tradicional vasca, "parece ser que tiene su origen en las chaquetas que se tejían de forma artesanal, a mano y con dos agujas, en los caseríos a finales del siglo XIX y cuya estructura y forma de atar eran iguales que los mendigoizales que conocemos. Se llamaban «chaquetas de damas», debido a que el dibujo de los delanteros era de damero, con pequeños cuadros bicolores".

Antigua fotografía de un baserritarra vistiendo una "chaqueta de damas" recogida en Amarenak, una empresa que fabrica kaikus modernizados.

Ese dibujo de dameros fue despues sustituida por los ahora más habituales de lauburus o los escudos de las provincias vascas (Comunidad Autónoma, Comunidad Foral de Navarra y las tres que están en el País Vasco Francés. Las Navarras del sur y del norte comparten escudo, por eso se ponen solo seis). 







El típico mendigozale es de lana azul con los dibujos en rojo, pero también se hacen en otras combinaciones, crema y verde, gris y rojo, gris y negro, verde y rojo... Para el que yo hice tomé como referencia estos en gris.



Encontrar los dibujos y patrones para hacerlas es más difícil que toparse con un trébol de cuatro hojas!!!! Cuando yo lo quise hacer busqué en todo internet y, al final, me los pasó una chica con la que contacté en un foro, pero, de verdad que parecía que te están pasando droga, todo se hace por lo bajinis, no hay una revista, en las tiendas solo te lo dan si compras la lana... ja ja... ¡es el gran secreto!

Por cierto, mendigozale se le llama más en Bizkaia. En Gipuzkoa, por ejemplo a esa misma chaqueta le llaman kaiku, que para nosotros es otra cosa, es una prensa de cuadros verdes y negros o rojos y negros, también típica de la indumentaria vasca, de tela, esto: 


En mi casa ha habido dos mendigozale, para mi chaval ambos. El primero, y mejor hecho, es el que mi madre le hizo cuando era pequeño y que usamos durante años. Un mendigozale típico, con los lauburus, el cierre con borlas y, como suele suele hacer ahora, cremallera para que quedase bien cerradito.







La pericia en estos trabajos se ve por el revés. Este es el que hizo mi madre, una obra de arte:



El segundo se lo hice yo, tambien con lauburus, con borlas y con cremallera. Lo hice todo en una pieza y quedó bastante ancho (demasiado). 





Mi revés es un poco más chapucero que el de mi madre. El de ella está hecho con la técnica que ahora llamamos Colorwork. El mío sería más intarsia. Recuerdo que hice los lauburus con un montón de pelotitas de lana para no pasar mucha lanas por detrás.



Estos son los dos mendigozales de mi casa, que sigo guardando como una joya.




miércoles, 4 de diciembre de 2019

Jersey de invierno

Ya está aquí el frío y ya es el momento de ponerse mi jersey de aprovechamiento de lana... Tenía un montón de lana Nepal Mix de Drops con la que hice la chaqueta Aidez y que pululaba por mi alijo lanero. Y hay que gastarla (propósito general de todas las tejedoras que conozco). Así que pensé en hacerme un jersey gordito para el invierno. 

El jersey posando sobre la manta carta de ajuste, que pensé que había presentado aquí en el blog y resulta que no la encuentro, así que va a ser que no... para un próximo post.

Miré mil jerseys, pero no encontraba nada que me llenase del todo, así que me lo inventé. Sin muchas vueltas, un punto que me gustase para el cuerpo y mangas ranglan que son más fáciles de ajustar. La estructura, anchura y disminuciones del ranglan las seguí de un jersey del armario. 

Mira que tenía lana, pero pensé que no me iba a llegar (los cálculos laneros no son los mío) así que compré un poco de lana más oscura y con ella hice los remates y las mangas. Error, no por el resultado, que me gusta, ¡¡¡es que me sobró lana otra vez!!!! Seguro que me hubiera llegado para hacer todo el jersey al tono, pero bueno, me gusta como ha quedado de todos modos.

El dibujo es uno que saqué de una revista de estas alemanas que compraba compulsivamente hace no tanto tiempo, mi particular Ravelry hasta que descubrí Ravelry. 




Para terror de las tejedoras modernas, este jersey lo hice en agujas rectas (sé tejer con circulares, pero estoy más cómoda con las de toda la vida, con las rectas... y avanzo más), la parte de atrás, la parte de delante y las mangas, también en plano. A partir de las sisas ya sí cogí las circulares y lo hice todo junto hasta arriba. MIré varias páginas de cómo calcular la disminución de las sisas y al final lo hice a las bravas, colocando el otro jersey como referencia, disminución cada dos vueltas y andando tira p'arriba.



El cuello, al modo tradicional, ir quitando puntos y haciendo la forma delantera más baja que la trasera. Como quedaba el tejido con el calado muy disparejo, muy irregular, me acordé de un tutorial que había visto en una página rusa, este, de cuello con costilla y lo probé. 

El remate lo hice con cierre tubular, siguiendo, video delante, el tutorial de Tejer en inglés.



Ha quedado relativamente bien, en un lateral un poco gordo, mejorable, pero para ser la primera vez que lo hago, ni tan mal. Es trabajoso pero el resultado merece la pena.

Después coser, que no me molesta nada y además, tengo la particular opinión, de que las prendas quedan más asentadas sobre el cuerpo con una costura lateral. Ya sé que entre las tejedoras modernas horroriza tener que coser, que no gusta la aguja y hacen todo lo posible por no tocarla, pero a mi no me importa. Así que costuras laterales y mangas y jersey listo.


Y aunque no es costura, si hay costura, y además la prenda es para mi, así que me vengo al Mimi de Malas Costureras, que lo tenía un poco abandonado y me ha atraído ese sorteo de una estupenda cesta navideña. Además, cada vez veo a más habituales de la máquina de coser atraídas hacia las agujas, ya sean de ganchillo ya de punto... así que todo es uno, no?

Mi rubio, si no sale en las fotos, revienta!!!!