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miércoles, 30 de mayo de 2018

Blusa Burda con volante

En el pasado Mimi vi que Mari Paz, de Pespunteando costuras, se había hecho la misma blusa que yo estaba terminando de coser: el modelo del Burda de Octubre, ¡¡casualidad!!




Tenía una tela muy chula, con un estampado geométrico y mucha caída, comprada en el mercadillo y cuando vi el modelo 116, pensé que le iba estupendamente. 





No soy de mucho floripondio en la ropa, pero me gustaron los volantes en el cuello con cremallera que llevaba. También tenía volantes en las mangas, en la parte trasera, pero eso ya me parecía un poco excesivo y no se los he puesto.




La explicación de la revista la verdad que no la entendía, pero cuando mi profesora de costura me dijo como hacerlo, no era tan difícil. Pero trabajar volante, vista trasera y cremallera y que quede todo apañado, necesitaba un poco de maña.



La forma de hacer la blusa me ha servido para probar la técnica "burrito" del canesú, que había visto en "Non dago nire titarea" (¡qué bien explicados siempre sus tutoriales!). 




En las mangas, le quité como he dicho los volantes, pero le puse unas tiras para recoger las mangas, como tengo en otras camisas y que me resulta muy útil, sobretodo en verano. Copié forma y lugar de colocación y me salieron más o menos correctas, mejorables, pero correctas.



En el puño, la abertura está hecha con una pieza que se cose derecho con derecho y luego se le da la vuelta y se meten los bordes para dentro (que eso no está bien hecho del todo) y se cosen. Según Maripaz, de Pespunteando costuras, comentaba que a esto se le llama "sardinilla". Es la primera vez que lo hacía, hasta ahora había usado una técnica más sencilla, cortar y hacer la vuelta con un dobladillo muy finito y que cosía a mano.




Y ya está la blusa. Una vez que me había quitado buena parte de los volantes y había solventado el delantero, el resto de la camisa es bastante simple, sencilla y queda muy bien ajustada. Será una de mis preferida, seguro.

Con ella participo hoy en el Mimi de Malas costureras de este miércoles. 

miércoles, 23 de mayo de 2018

Bolsa de ganchillo

Llega el buen tiempo y llega mi fiebre por los bolsos de ganchillo... Me gusta mucho hacer ganchillo, es lo primero que aprendí de la mano de mi madre... a hacer cadeneta, punto alto, punto bajo... y la verdad es que me resulta relajante y entretenido. En verano me gusta hacer bolsos con esta técnica y la que traigo hoy es una bolsa que me hice ya hace unas temporadas pero que sigo sacando cuando asoma el sol y las sandalias y los vestidos y las piernas al aire.




Es una copia total de una que vi en el blog Coton et Lavande, que hace ya bastante tiempo que está cerrado, pero he descubierto ahora que la chica que lo llevaba sigue su vida internetera en Instagram





Me encantó cuando lo vi y decidí copiarlo casi igual. Es un bolso muy simple, puntos altos y cuadrado y el toque lo tiene en sus materiales: en el blog lo hacían con un hilo de cañamo, muy rústico y el toque se lo daba con una flor de algodón blanco en contraste, así como el borde de arriba. Las asas, también rústicas.




Yo no tenía ese tipo de hilado, así que lo sustituí por un ovillo de un hilo que vi en el chino y que se usaba para cerrar paquetes. Es como un algodón algo basto y tras hacer una prueba, me pareció aceptable. 

Las asas las compré en una tienda de Algorta, Koselo!, donde venden lanas de Drops, que es lo que yo había ido a comprar. Son muy chulas, de madera, pero llevan como la marca de un pespunte cosido.



El aplique de ganchillo lo saqué a ojo, no hay instrucciones ni esquema en el blog, pero no es demasiado difícil si tienes algo de práctica. El segundo aplique no se lo puse.




Las medidas, también a ojo. Por dentro le puse un forro sencillo con un bolsillo... aunque ahora veo que no le he hecho ninguna foto. 

Mi marido me dice que si no es incómodo de llevar... hombre, hay que llevarlo en la mano, pero ¡¡queda tan cuco!!

Y con esta bolsa de ganchillo me uno, un miércoles más, al Mimi de Malas Costureras.

miércoles, 16 de mayo de 2018

Mapamundi

Desde que ando curioseando en el mundo de los blogs de costura (yo soy tradicional, de blogs, Instagram no me engancha) hubo una tela que me encantó y que soñaba con tener: la de mapamundi. 




La había visto en multitud de piezas, bolsos, neceseres, cortinas, sillones... y me parecía taaaaaaan bonita. 


Puppetas
Diy by Paula
Casa Diez
Mil cosas monas
Cuc de Poma
Hasta que un día, en una de mis habituales visitas al mercadillo local, encontré un puesto que tenía lonetas, todas preciosas, anchísimas (creo que eran como 1,80 de ancho) y baratísimas. Y allí estaba la del estampado de mapamundi que tanto había visto. Me llevé dos metros.

La incluí entre las piezas del reto 12 meses, 12 telas, pensando qué podía hacer con ella y de algún modo hice trampa... ¡¡¡por que ya la había cosido!! 

Resulta que me había hecho ya una bolsa con ella, pero como ese tipo de piezas solo las llevo en verano, la había metido entre las cosas de verano guardadas en el canapé de la cama y, la verdad, me había olvidado completamente de ella. 

Había tanta tela que pensé que no la había tocado aún. Pero ya digo, sí, aquí esta:



Esta bolsa es el modelo Monegrillo, de "Cosiendo y aprendiendo", el blog de Charo Murciano, una señora muy divertida que cose como los ángeles. Tengo un montón de sus tutoriales guardados porque están muy muy bien explicados. Pero creo que ya no tiene el blog, cuando lo pincho me lleva a una página de tejidos, Trozos y telas, aunque veo que tiene una pestaña que pone blog y te envía a algunos de los tutoriales que había en el blog. No sé qué habrá pasado, espero que Charo esté bien y solo se trate de un cambio en sus gustos o prioridades. Me apenaba que se hubiera perdido todo el gran trabajo del blog, pero al menos veo que algunas cosas están disponibles a través de esta otra página.

El caso es que Charo, que hacía y tenía unos bolsos chulísimos, organizó un sarao para hacer una bolsa grandota que llamó Monegrillo. Y por una vez, lo hice en tiempo y se lo presenté. 


Yo hice una versión algo más pequeña de la propuesta, porque se me hacía demasiado grande. Le puse una pieza de foam en el fondo, para darle algo de forma, le puse un bolsillo generoso, que entre la cartera y le puse un cierre de imán, tan prácticos. Era la primera vez que lo ponía, pero es muy sencillo, hay muchísimos tutoriales para guiar la tarea. Junto a la loneta le puse entretela para darle cuerpo y el forro es tela de sábana.





Los tirantes me volvieron un poco loca, no sabía cómo hacerlos. Al final compré una tira de mochila y la forré con la propia tela. La confección no fue del todo muy limpia (los cosidos están bastante torcidos, la verdad y se me atascaba el hilo) pero bueno, así se quedaron.

Debo decir que en conjunto, me encanta. Por la tela, porque en verano me encanta llevar este tipo de bolsas (siempre puedes meterle una chaqueta para el traidor verano vasco) y quedó muy mona. Recuerdo un día que entré en una tienda china de ropa y la chica de la tienda, con un precario castellano, me dijo lo mucho que le gustaba y que a ver donde la había comprado y flipó cuando le conté que me la había cosido yo misma.




Como aún tengo mucha tela, una parte la he utilizado para ponerle una cortina nueva a mi chaval, que todavía tenía la que le había hecho mi madre cuando nació.





Como digo, compré tanta tela, que aún tengo para cinco o seis proyectos más... ¡¡ya le llegará el turno!!

Con esta entrada participo en el Mimi de Malas costureras y tacho otro tejido de 12 meses, 12 telas.



miércoles, 9 de mayo de 2018

La cesta de la bici

Me encanta la bici pero aquí, en mi lugar habitual de residencia, no tengo. Ni tengo sitio donde meterla ni aquí me da mucha seguridad usarla. Demasiada cuesta y demasiados pocos bidegorris (carril bici). La bici la tengo en el pueblo, en Ayoó de Vidriales, donde la uso para ir de acá para allá... a bañarme a Requeijo, a hacer recados a la tienda del pueblo, a pasear... 


Cuando cambié de bici, hace ya unos añitos, me cogí una cesta que me resulta muy práctica y pronto me di cuenta de que era un lienzo en blanco. Tras ver un montón de bicicletas tuneadas con ganchillo en Pinterest, decidí ponerle flores y "mandalas" de ganchillo. Cogí modelos de aquí y de allá y fui colocándolas en la cesta, cosiéndolas a la malla metálica por la parte de dentro. Así quedó la primera tanda:


Llamó mucho la atención en el pueblo y tuve también mucho pitorreíto por tanto floripondio de colores, pero cuanto más me chinchaban, más me gustaba mi cesta y ya se ha convertido en un clásico que cada verano le vaya añadiendo un detallito. Así está ahora mismo:




El búho y la rana tienen su propia historia. Primero llegó el ave, con sus ojitos saltones y sus patitas... pero un amigo se empeñaba en decir que no era un búho si no una rana. Así que tuve que poner una verde gustavita al lado para que se diera cuenta de la diferencia.

Ahora mismo estoy buscando qué modelito añadir este verano y que siga la tradición ganchillera-bicicletera.

Y con mi cesta me asomo al Mimi de Malas Costureras de este miércoles.