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miércoles, 31 de enero de 2018

Vestido Sixties

Como me suele pasar en un montón de ocasiones, a veces no sé valorar un vestido hasta que lo veo hecho por otras manos. En la colección Coser es fácil de Burda, que agrupa modelos que han salido en sus revistas en un formato de fascículos, con explicación de costura, variaciones que se le pueden hacer, estilismos... unos fascículos que estoy usando muchísimo... Aquí, como digo, había un vestido que bueno, me gustó, pero sin más, no me lo veía en mi. Es este vestido:





Pues no lo ví hasta que comencé a ver versiones de él, sobre todo este que se hizo La Inglesita, una chica que lleva ahora la tienda de telas Telaria y que cose muy bien y con mucho gusto.


Allí vi otras versiones de este modelo: El de "Sentarse a coser",  en "De costuras y otras cosas" había un paso a paso,  e incluso un Cose Conmigo de Anilegra (aunque debo decir, que nunca encontré en su blog el resto de entradas, solo esta presentación). Pero ya digo que el primero es el que me hizo tilín. Un día, en el mercadillo, vi una tela que me pareció perfecta para este modelo, 5€ el metro... y se quedó en mi maleta de telas hasta este fin de año, que me lo eché a las manos y me lo lleve a las clases de costura.



La tela tiene cuerpo, caída y no se arruga ni se deshila. Vamos, un sueño de tela. La confección fue bastante rápida, aunque tuvimos que ajustar un poco la pinza que ajusta al cuerpo, meterle un poquito y hacerla algo más larga hacia el pecho y también estrechamos un poco la manga y la alargamos hasta la muñeca. 

El vestido en sí es bastante sencillo, pero lleva unas pinzas francesas (no sabía yo que se llamaban así, se lo leí a La inglesita, que ajustan y dan forma pero sin que se noten michelines indeseables. También lleva unas pinzas en las mangas, que se cosen a la vez que el hombro y le da un poco de forma. La parte trasera va en dos partes y ajusta también. La cremallera en el modelo va escondida, pero como yo la iba a hacer como el vestido que me gustaba, la hice vista.

Me acordé de un bies como de de satén que había comprado para otro proyecto y que al final no usé, y se lo puse en el cuello y las mangas. Así queda bonito y bien rematado. 



Y para la espalda, busqué una cremallera que fuera bonita a la vista. 


No fue tan fácil como pensaba, pero al final encontré en una pequeña mercería de mi pueblo donde hay de todo todo todo, Mercería Asun, todo para la modista (la típica tienda de mil cajones, mil puntillas, mil lazos y todo perfectamente ordenado).





Y así me hice un vestido supercómodo, formal pero sin pasarse (lo llevé en Nochevieja y se baila con él estupendamente) y que no se arruga. Mi favorito por mucho tiempo, seguro.


Y con este vestido, me cuelo de nuevo en el Mimi del mes (¡a ver si hay suerte en el sorteo!!).

lunes, 29 de enero de 2018

12 meses, 12 telas




Cuando entras en el mundo de la costura bloguera (es decir, cuando coses y compartes tus costuras en un blog, cuando miras lo que hacen otras costureras), acabas participando en propuestas que hacen por aquí y por allá. 

Yo he participado en algún Coseconmigo, que no es otra cosa que hacer la misma prenda siguiendo las directrices de la persona que lo propone y que lo va haciendo ella primera, paso a paso con fotografías detalladas, repartiendo el trabajo en varios días. Incluso aunque no se vaya a hacer la prenda, es un sistema con el que se aprende mucho.

Hay otro término "informal", llamado Sarao costuril, que es proponer hacer algo de forma conjunta: una misma tela y que cada una haga una prenda, hacer el mismo patrón cada una a su estilo... Pues bien, esta vez he decidido meterme en uno de estos, un sarao. Lo ha propuesto una chica llamada Rebeca, que tiene el blog "Las Marujadas de Peluchona" y se centraliza a través de Malas Costureras

El reto consiste en fotografiar 12 de las telas que tenemos en nuestro poder y comprometerse a hacer una prenda con cada una de ellas, saldría a una pieza por mes y el fin último, es quitar miedos, perezas, reparos y rebajar la cantidad de material que vamos acumulando y acumulando... Y le ha puesto el nombre de 12 meses, 12 telas, al estilo de los 12 meses, 12 causas que ya inspiró la sección 12 meses, 12 iglesias en mi otro blog, en mi Avantales


Y es que esta es una de las cosas "malas" de que te entusiasme algo... que te ves rodeada de materia prima para toooodas las ideas que tienes y luego, el día a día y la falta de tiempo (y/o habilidades) hace que vayas postergando la tarea, que comiences otros trabajos que corren más prisa... y te encuentras invadida por telas y telas y telas...



o lanas y lanas y lanas, ja ja... que lo mío tiene mucho delito...

Así que me apunto al sarao, a ver si hago algo con estas doce telas elegidas: 


Estas son las telas una por una:


Punto jersey, comprado recientemente en Cal Joan porque no he hecho nada con este tipo de tela, aguja de bola y demás, y ya es hora de que me anime a ver cómo me sale.






Esta tela también es de Cal Joan y la cogí porque me encantan las baldosas hidraúlicas y ya que en mi casa no tengo opción a ponerlas, a ver si las coloco en una alfombrita al lado de mi cama, un proyecto que siempre tengo en mente (el de la alfombra) y nunca hago.




Y la última tela que cogí en este pedido, como la primera, para probarme. Es una tela de camiseta. Me encantan las letras y me gusta esta tela, pero como dicen en los blogs, "me pijamea".... hmmmm, ya veré...






 Esta loneta mapamundi me chifló desde que la empecé a ver en blogs. Y un glorioso día, la tenían en un puesto del mercadillo de mi pueblo. Cogí como dos metros y era anchísima, así que tengo mapa para entelar mi casa.






Otra tela del mercadillo, es muy de invierno, en principio quería hacerme una falda, pero compré como para entelar lo que me quede de casa sin mapamundi. Es lo que tiene una buena tela, con buen tacto y como a 3€ el metro.




Esta es una tela que son en realidad cinco. Son preciosas, todas conjuntadas y las cogí, tambien en el mercadillo, pensando hacer un estuche de esos triples o un neceser para maquillaje para mis sobrinas. Pero de momento, ahí siguen, tan bonitas y sin tocar.




Otra tela del mercadillo, es ligera, como para verano, muy alegre. Solo falta encontrar un modelo sencillo y fresco para que se convierta en un bonito vestido.






No sé por qué ha quedado este color, que no tiene nada que ver con el real. Es una viscosa azulona, preciosa tela para una blusa o un vestido. También del mercadillo y compré como dos metros también, dará para un par de prendas. Solo hay que buscar patrón y tiempo.




Me encantó esta tela con ese estampado geométrico. La compré hace como tres años en la feria Creativa Bilbao, en el stand de Teixits Pulido. Es tipo patchwork de algodón, pero un poco tiesa para ropa y no le he encontrado otro destino. De momento.





Otra tela del mercadillo, tirada de precio y que lleva bastante tiempo en la maleta de telas. Se arruga mucho, pero tiene pinta de fresca y veo una blusa de verano en ella.








Loneta que compré en la tienda del pueblo, Galerías Santurce. Fui a comprar otra cosa y vi esta loneta de manualidades, con estampado de bordados, ganchllo, fieltro... y me llevé medio metro (1,40 de ancho) que miro, remiro y me encanta. 






Y la última seleccionada es una tela de bordado que me pareció monísima. También la cogí en el mercadillo, creo que hace tres veranos ya... me parece preciosa pero no sé qué hacer con ella que no quede cursi... tal vez un kimono o una chaquetilla de verano... algo así... ¡A ver si le llega el turno!!!




Y hasta aquí mi propuesta y mis elecciones. 

La maleta donde guardo parte de mi alijo, es una verdadera pieza vintage, cogida de la habitación de los trastos de la casa del pueblo de mis padres, setentera auténtica. La verdad que estaba tan bien que solo la limpié un poco y ahora está en el salón, dando un toquecito y aguantando kilos y kilos de tela que esperan su destino. (Mis gatos no se querían perder el posado, ¡cómo son!!!!)