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miércoles, 11 de marzo de 2020

Blusa de doble capa



Esta es mi última blusa. Mi última fallida blusa. Me gusta su corte, el cuello en pico, la manga un poco abullonada, el estampado de la tela... ¡¡¡pero me pica mucho!!!! La tela es un retal muy barato que compré en el mercadillo. Me gustó el estampado de cuadros y en la mano o acercándolo a la cara, la verdad que no pica. Pero puesto.... ay, ama... pica bastante!!!



Aparte de que coserla fue un dolor de cabeza, porque se deshilachaba continuamente y había que remallarla una y otra vez o te quedabas sin tela.




La he hecho con un modelo de una revista Burda Style de Octubre de 2017. Me gustó cuando la vi, también en cuadros, pero le he quitado el volante de las mangas porque eso no me apetecía. 




El cuerpo es una tela doble, una parte más larga, que queda por abajo y otra, la que queda por encima, más corta. La hice en mis clases de costura, así que los cuadros, gracias a mi profesora, que no a mi, están perfectamente casados. Y está cosida de tal forma que todas las costuras del cuerpo quedan escondidas entre ambas capas.




Las mangas, como comento, las cambié. Quité los volantes y las hice un poco anchitas, con una tira en el puño que las dejase algo abullonadas. 

Fui incapaz de hacer un ojal en esa tela, imposible, así que cosí botón y le puse un automático por debajo.

Me gusta el modelo, así que haré otra con una tela mejor y más llevable.


Hacía mucho que no publicaba un miércoles y pasaba por el Mimi de Malas Costureras, así que hoy me apunto encantada.









viernes, 6 de marzo de 2020

Pañuelo Chasing Blizzard

Uy, madre mía, hacía más de dos meses que no aparecía por aquí... ¡¡no tengo perdón!! y el caso es que sí he estado haciendo bastantes cosas, pero no me detenía en hacer fotos, escribir y pasarlo aquí... culpa de Instagram, que desde que me he animado a estar ahí, paso menos por aquí... Pero no. Se acabó. Aparezco en el mismo día en el que he terminado mi pañuelo Chasing Blizzard. Igual tendría que llamarle chal, pero como no ha quedado muy grande, casi le llamo mejor pañuelo.


El Chasing Blizzard, Persiguiendo la ventisca, es un patrón de Kati Gumenius, una finlandesa que creo que tiñe lanas y que tiene solo dos patrones en Ravelry, gratuitos ambos, un gorro y este chal. No sé cómo llegué a él, pero me gustó en cuanto lo vi: es sencillo, no es muy grande y tiene rayas.


Un día, una chica que conozcó me echó la bronca, cariñosa, por llevar un pañuelo cualquiera al cuello... ¿Por qué no te haces algo? me dijo. Y tenía razón. En casa del herrero cuchillo de palo, que se dice. Decidí hacerme un pañuelo para el cuello y buscando entre los patrones que tenía, recalé en este.


Las lanas las compré en Nitka, una tienda de lanas de Leioa que había descubierto via Google. Está un poco escondida pero es un local muy bonito, lleno de lanas diferentes a las que tengo por aquí más a mano, Malabrigos, Scheepjes, Lana Grossa, Lang... Allí, con la ayuda de la dueña, elegí dos lanas dos ovillos en crudo, lana de calcetines Jawoll de Lang Yarn, y otra en tonos azules, Our Tribe de Scheepjes. 


La blanca  es de esos ovillos que dentro llevan una bobina de hilo para reforzar el talón cuando se hacen calcetines con ellos. 


Muy curioso encontrártelo según se va gastando el ovillo. La azul, por cierto, es una lana bonita pero cuidado, el ovillo se me desarmó cuando apenas había comenzado a trabajar con él, tuve que hacer un ovillo y ya estaba bastante enmarañado.


Lo comencé el 1 de enero, siguiendo el llamamiento de Natalywool de hacer una fiesta de comienzo de trabajos, una Castonparty. Lo he terminado a principios de marzo pero no ha sido un tejido en exclusiva, claro, lo he hecho a ratitos.

Lo tejí con agujas rectas del 2,5 mm.


El patrón es muy sencillo de seguir. Está en inglés y en francés, me lo saqué en los dos idiomas porque las abreviaturas les entiendo mejor en inglés, pero el resto de bla bla bla del patrón, me resultaba más fácil en francés. 

Hay mucha repetición, se coge enseguida el tranquillo. No dejan de ser una combinación de punto bobo y agujeros, dos puntos juntos al derecho y hebra. No hay más secreto. De hecho, yo cambié varias veces tanto el color como el punto que en ese momento tocaba y no pasa nada.



La estructura es triangular irregular, se empieza por un piquito, en un lado se incrementan dos puntos y en el otro se disminuye uno, así que va quedado un crecimiento irregular.


Los cabos de los dos colores se van subiendo por el borde, hay que tener cuidado y dejarlos flojos para que ese lado no tire. 



La parte ancha del pañuelo tenía que cerrarse y se podía dejar tal cual o hacer un remate con punto picot. Lo intenté, pero con los puntos tan pequeños y el pelito de la lana, no había forma de que saliera bien, así que rematé normal y le hice un remate con a ganchillo con punto cangrejo.


Para terminar y aunque no estaba en el patrón, le planté unas borlitas en cada esquina. Ultimamente se lleva mucho lo de las borlas y los pompones en los chales y me parecía que le podía ir muy bien. Me gusta mucho como ha quedado con ese detalle.


En definitiva, un patrón sencillo y recomendable. Las fotos que he sacado han sido sin bloquear. Como ha vuelto el invierno, creo que me lo pondré tal y como está y cuando deje de usarlo, ya lo lavaré y estiraré bien.