Lo tejí con agujas del número 5 y una lana gordita (¿grosor sport?), Irlanda Merino de Valeria di Roma que dormía en la bolsa de stash desde hace años. La cruda es un resto, creo que de Katia. Como era un poco más gordita, para esas rayas cambiaba las agujas y las tejía con medio punto menos. En total he gastado apenas 200 gramos.
La chaqueta es muy simple, se empieza por arriba y se va haciendo un ranglan separando cuerpo y mangas. Yo elegí hacerle rayas en el cuerpo y al principio también le iba a hacer rayas más finas en la manga, pero al final no me convenció y las hice solo en el color azul.
El cuello, tanto una versión como otra, se hace recogiendo puntos de un lado a otro del cuerpo de la chaqueta. En el cuello simple se hace un elástico sin más y el cuello chal lleva unas poquitas vueltas cortas para darle el cuerpo.
Recoger puntos siempre es una tarea un poco laboriosa, no se pueden coger uno por vuelta porque quedaría con ondas, se suele decir que tres de cada cuatro puntos. Yo coloqué marcadores en varias partes, de forma simétrica, para recoger los mismos puntos en un lado y en otro. Luego en uno de los lados, en este caso el izquierdo, le hice los ojales, tres. Coloqué botones de madera, tres, que le daba un toque rústico que me gustaba.
¡¡¡Y esto es todo amigos!!!! La chaqueta fue el regalo de Olentzero para el hijo de una amiga. Aún le quedaba grande así que no la ha estrenado. Es un modelo muy fácil de hacer, rápido y que se presta a cambios y transformaciones. Desde luego, la recomiendo si hay un niño cerca al que tejerle.
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