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miércoles, 31 de octubre de 2018

Calcetines

Para todos las que tejemos, los calcetines son un punto y aparte. Amados y temidos, enfrentarse a unos calcetines es de nota. Aunque hay atrevidas que al poco de coger las agujas se animan con ellos, normalmente es una pieza que da un poco de respeto. Son prendas pequeñas que necesitan habilidad manual, tienen muchas curvas, se tienen que adaptar a una parte del cuerpo sinuosa como es el pie, necesitas agujas especiales (no es imprescindible pero ayuda)... vamos, que intimidan. Así que aunque yo tejo desde hace mucho tiempo, tardé en atreverme con los calcetines. Y eso que me encantan, siempre llevo calcetines de colorines, de muñequitos, rayas...



La experiencia ha sido variada. Hace un par de años hice estos calcetines con una lana de Opal monísima que había comprado en Creativa Bilbao. 




Pero el resultado..... mmmmmm, no me gustó del todo. Los calcetines son muy calentitos, pero la forma no se ajustaba bien al pie, quedaron muy grandes... no me convencieron del todo.



Pero yo insistía. Tenía varias lanas de calcetines y quería buscar otro sistema de hacer calcetines básicos, antes de pasar a maravillas como estas que se ven cada año en el Swapentines, un intercambio que se hace entre tejedoras con modelos maravillosos...  


Foto Google.
Fui acumulando patrones y tutoriales y por causalidad di con un blog de estos muy blancos y monos, el de Creamarie, que ponía en marcha un Kal para hacer los calcetines. Y estos sí que sí. El sistema es universal, es decir, te mides el pie y adaptas el calcetín a tus medidas. Las explicaciones están muy claras con videos explicativos. No sé, tal vez me pilló en el momento adecuado pero por una vez conseguí dos cosas: seguir un tejijuntas al tiempo y tejer los calcetines y entender el proceso.





El resultado son unos calcetines básicos cómodos, que se ajustan, muy calentitos, estupendos para el invierno. La lana, por cierto, la cogí en el Aldi, el supermercado, en una promoción que sacaron con un kit de "hazte tus propios calcetines".



No sé si el curso está accesible en abierto porque nos iba mandando las lecciones por email a las que estábamos apuntadas y tenía un grupo de facebook cerrado para seguir los avances, pero ya digo que para mi ha sido el mejor de todos los que he probado.

Todavía me quedan más lanas de calcetines (más de las debidas, jaja) y mi idea es hacer alguno más, para mi y para el resto de la family e incluso lanzarme con algún otro diseño de fantasía que tanto me gusta ver en la red.

Y aunque lo de hoy no es costura, como es una prenda salida de mis manos y hecha para mi, me apunto al Mimi de Malas Costureras de hoy, el último de octubre.

miércoles, 17 de octubre de 2018

Blusa de volantes


Antes de que llegue del todo el frío, traigo una costura veraniega que hice el año pasado y rehice este. Es una blusita muy fresca y sencilla, lleva volantitos en la parte superior de las sisas y en el cuello y frontal. Es un modelo de la revista Patrones nº371, de la que ya me hice este otro vestido calado y acabo de terminar también una chaqueta, que ya enseñaré cuando le haga fotos.

Esta soy yo, muy blancucha, probándo blusa recién hecha (aún le cuelgan los hilos)...

...y esta es la modelo de la revista.


El modelo es muy fácil, no tiene mucha complicación. Los volantitos son su gracia y esta parte fue la que me dio más dolores de cabeza y me complicó la costura. 




La prenda la hice con una tela arrugada que había comprado baratísima en una de mis visitas al mercadillo. Es una tejido muy ligero y yo tiré por la calle del medio y me puse a hacer los volantes sin hacerles un dobladillo, solo cortando con la tijera dentada (comprada en Ikea) y frunciendo (me leí el tutorial de Betsy costuras para tenerlo bien claro). 





Pero con el tiempo se iba deshilachando, no aguantaba la fina tela, así que esta primavera, cuando estaba sacando la ropa del buen tiempo, la vi y pensé que tenía que arreglarla. 


Cuando me puse a ello decidí trabajarla un poco más. Como tenía tela de sobra, hice tiras largas y las cosí, les di la vuelta, como si hiciera un cinturón y a partir de ahí hice los volantes. 



Bastante trabajo pero la tela, al ser fina, lo permitía y quedaron mucho mejor. No se deshilachaban, claro, pero también le daban más cuerpo a los volantes, aunque sean pequeños.




También procuré que fueran más derechos, medí, señalé y me esforcé en que fueran por donde tenían que ir, y no, como decimos aquí, como la carretera a Zierbana (antes ejemplo de carretera con mucha curva).

Y así, rehechos los volantes y puestos en su sitio, ha seguido siendo una de mis prendas favoritas para los días de verano.


Con esta prenda participo en el Mimi de Malas Costureras, que cumple su primer año de andadura.

miércoles, 10 de octubre de 2018

Riñonera simple

Para un currillo que tuve que hacer hace poco me hacía falta tener las manos libres pero el móvil a mano, así que me dije, "necesito una riñonera". Yo no yo muy fan de ellas, ni ahora que se llevan tanto en plan glamouroso, pero lo práctico ganaba. 

Cogí un trozo que me quedaba de una loneta de Ikea que es vaquera como con cosido de colores y me puse manos a la obra. Le cogí prestada a mi hijo la suya para mirar como iba y para reconfirmar, me eché un vistazo a Naii y su riñonera tutorial + patrón. Yo la hice más sencilla, sin fuelle y sin forrar, para lo que la quería, me bastaba muy simple. Así que manos a la obra:













La cinta y el enganche son reciclados, que para eso una descose todito todo antes de que deshacerme de ello. Cremallera también reciclada, claro. Y catapúm chispúm. Me paso por el Mimi de Malas Costureras que están de aniversario (felicidades por poner en pie este punto de encuentro, con dedal o sin dedal ;) )