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miércoles, 17 de noviembre de 2021

Libro de texturas

Me encuentro las fotos de algo que no había sacado por aquí y que me gustó mucho hacer, un libro de texturas para un bebé: 

Se lo hice al hijo de una amiga, me lo pidió ella, busqué en la red, pinterest y google y encontré un montón de ideas para hacer un librito con colores, tactos y sonidos que interesen a un bebé.



Fue muy entretenido buscar, pensar qué podía meterle en las diferentes hojas, qué cosas podían hacer ruido, que quedase chulo para él, que se entretuviera toqueteándolo...


La pena es que no tenía demasiada tela para niños, infantiles y creo que ha quedado un poco oscuro, con telas en gamas oscuras. Pero bueno, el objetivo se cumplió porque la madre me informó de que el chaval estaba bien entretenido con él.

Al gato también le entretenía, el cascabel le volvía majareta.

Para hacerlo busqué las telas y las fui agrupando, hice dos páginas dobles que cosí por el medio, es decir, ocho diferentes. 



La mayoría de los tejidos eran de disfraces, telas peludas, una con lentejuelas, una como de piel de felino... 

La primera es la tela de bulldogs que compré en Tricotoki hace años, una tela japonesa que era pelín cara pero que he aprovechado hasta el último centímetro (le hice una mochila a mi sobrina, forré una caja de fresas e hice una bolsita para guardar la mascarilla). La de la parte de atrás, de los gatos, es un cojín de Ikea que desarmé para hacer una bolsa de labores y un sujetamóvil).

En otra de las páginas había una tela con perritos que compré hace años y con la que en su día le hice un bolsito a mi hijo cuando era pequeño. En medio le metí un plástico de una bolsa de estos que hacen muchísimo ruido al estrujarlos.

En el medio del libro le puse una tira con un cascabel dentro, pero, ejem, ejem, fue motivo de risas varias porque la forma quedó, digamos, un poco fálica. Para los mayores, que el peque no se enteraba de nada.

Está cosido así un poco a lo basto porque quise darle ese aspecto, rústico, con los zig zag que se veían a simple vista, sin ocultar los cosidos. Así fue también más rápido hacerlo, en un par de tardes estaba listo (yo soy de las que cosen a ritmo de tortuga).

Es una idea bonita para regalar y se puede hacer de muchas formas, hay muchísimas ideas en la red. Hay que buscar por libro de texturas o quiet book y hay un montón de ideas y tutoriales.