Es un poco "vestido", vamos, que lo uso de prenda para cuando ir un poco más arreglada (ay, ama, hablo como mi madre, jaja), muy cómodo y fresco. Es liso por delante, su gracia son unas pincitas que salen del hombro y en la parte de atrás tiene una gomita que le hace un frunce.
Poca complicación, aunque le tuve que retocar un poco lo de los hombros porque hacía un gesto raro.
El modelo lo saqué de la revista 371 de Patrones, del que ya he hecho una chaqueta, un vestido y una blusa de volantitos. Creo que es la revista que más aprovechada tengo.
Me lo hice unos días antes de irme de vacaciones y la verdad es que como andaba un poco al trote, lo remate con un zig zag y andando. Ahora pienso que debería haberlo pulido un poquito más. La única pieza en la que me lo curré un poco más fue la vista del cuello.
Esta es una parte muy importante para que quede un buen trabajo. Se trata de una pieza igua a la del patrón, pero más estrecha, como de cuatro o cinco centímetros. Se cose derecho con derecho, se da la vuelta, se plancha bien planchado y se le da un cosidito alrededor, bien por fuera y a la vista, bien por dentro, la vista con el sobrante del patrón, para sujetarlo y que no haga gestos raros.
No es lo más difícil pero tiene su aquel, sobretodo porque está en la zona más vista, no hay forma de disimular si se hace mal. Entre las muchas páginas de costura que tengo guardadas, he encontrado estos dos tutoriales donde lo explican perfectamente: Sentarse a coser y Anilegra.
Yo le puse un bies alrededor que era exactamente del mismo color y lo repasé con un cosido casi al filo de la vista.
Ya digo que es uno de mis vestidos favoritos y con esta pieza me acerco al Mimi de Malas Costureras de hoy miércoles.
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