Me gustan los abrigos ligeros, no muy pesados, para esos días de entretiempo que cada vez escasean más (poco primavera, poco otoño, cosas del cambio climático...), así que cuando vi en el blog de Coser Cosas que regalaban el patrón del abrigo Chloë decidí descargarlo y hacerlo. Inmediatamente lo visualicé en una de las telas de mi maleta, una tela de abrigo pero no gorda, con jaspeado crudo, marrón y negro comprada en el mercadillo de Portugalete. Mi profesora de costura le puso nombre a la tela, por cierto, es un cheviot.
Así que me lo llevé a las clases y allí lo he hecho.
Como forro he utilizado otra de las telas del montón, una tela preciosa de algodón, tipo patchwork, que compré en la feria Creativa Bilbao hace unos tres o cuatro años. Como no me llegaba para todo y por aquello de sacar y meter brazos vestidos con jerseys en este tiempo, en las mangas le puse forro normal.
Es un abrigo bastante fácil de hacer, pero tiene detallitos de esos en los que hay que entretenerse: sus vistas con su cosido al borde para que queden bien asentadas, su mangas ranglan que también llevan su cosido para asentar costura, uno a lo largo de toda la manga, desde el hombro hasta la muñeca y luego un cosido parcial, terminado en pico, en la costura de la manga y el cuerpo.
Me hice la talla 42, suelo andar entre esa y la 44 dependiendo de prenda y origen del patrón. Mi intención era que se solapase una parte y otra y ponerle corchetes, como había visto en algunas versiones, pero la verdad que cortando el patrón tal cual venía, no nos dio oportunidad de hacerlo y ya estaba armado cuando nos dimos cuenta. Así que es abierto, sin cierre.
También le recorté el largo, porque lo quería más cortito.
En la costura del cuerpo lleva unos bolsillos. Se los hice como indicaba, pero no son mis bolsillos preferidos, me obligan a llevar el brazo hacía atrás en un gesto que no me es cómodo del todo y si metes las dos manos, se te marca el culo muchísimo. Me gustan los bolsillos un pelín más adelantados.
Como corté el abrigo, también tuve que cortar los bolsillos, que son bastante grandes. Los enganché con unas puntadas al bajo para que no se muevan.
Pequeños cambios para un abrigo ligerito que se lleva muy bien, viste y es cómodo.
Con este abrigo Chloë (¡¡qué difícil es escribirlo correctamente!!), participo esta semana en el Mimi de Malas Costureras.